Musa, estrella del cine, modelo y… ¿aficionada al yoga?
Marilyn Monroe fue mucho más que un sex symbol internacional y que una gran actriz de comedia; además, era una fanática del ejercicio físico en una época en la que no se animaba a las mujeres ni a levantar un dedo (y mucho menos una pesa). Fue una de las pioneras del entrenamiento de la fuerza (chica lista) y cada mañana hacía levantamientos de peso durante 10 minutos como rutina.
Aparentemente, a Marilyn Monroe también le gustaba el yoga. Según el libro The Subtle Body: The Story of Yoga in America, fue en 1956 cuando lo mencionó públicamente por primera vez y en una sesión de 1948 se la fotografió haciendo posturas de yoga como la de la barca o la de la vela.
El yoga es un arte milenario. Pero, aunque llegó a Estados Unidos a finales del siglo XIX, no fue hasta la década de los sesenta cuando se asentó en su cultura, según la Asociación Estadounidense del Yoga. Uno de los primeros centros para practicar esta actividad se abrió en Los Angeles a finales de los años cuarenta y se puso de moda entre aquellos interesados en las prácticas alternativas y orientales en la década de los sesenta. Marilyn Monroe fue una de las pioneras.
En una entrevista que se le realizó en el año 1952 para la compañía discográfica Time Life, declaró que «no soportaba hacer ejercicio si lo percibía como una actividad reglamentada». Nos tomamos la libertad de interpretar esta declaración como una aceptación de que es importante que cada uno pruebe y busque la combinación que más se le ajuste. Si no te gustan las clases de spinning, prueba a ir a una de pilates.
O deja que Marilyn sea tu guía a través de esta serie de posturas de yoga que tenemos hoy a nuestra disposición gracias a las productoras Columbia y Fox. En su momento, estas fotografías se hicieron para reforzar el perfil de estrella de Marilyn Monroe, pero ahora pueden servir de inspiración para los amantes del yoga.